lunes, 4 de abril de 2011

La Psique del Malandro.



Para quienes leen esto fuera de Venezuela "Malandro" es el término que le damos a aquellas personas que causan entropía en la sociedad, es decir, los antisociales, los ladrones, el hampa común, y es que vivir en una de las ciudades más peligrosas del mundo te permite conocer de cerca a estos sujetos. Un defecto (O virtud, todavía no lo decido) es que me gusta estudiar a las personas a mi alrededor, ver como piensan y analizar sus comportamientos, en otras palabras, que le echaron a las cotufas que se les cocinó en la cabeza.

Por desgracia, intentar entender a un malandro (O por lo menos caraqueño) se ha vuelto una tarea imposible, principalmente por la cantidad de distintos tipos que hay, solo puedo hacer conjeturas de que habrá ocurrido en su niñez como para que haga las cosas que hace. A continuación comentaré anécdotas personales y de personas allegadas a mí en las que narraré situaciones ocurridas en la vida real, intentando llegar a una conclusión.

Los nombres de los agresores y las victimas serán cambiados para proteger sus identidades, digamos que las victimas tendrán nombres de personas y los malandros, nombres de malandros.


Caso 1: El Malandro Pana.

Manuel sale de noche para una fiesta fuera de la ciudad, así que se dirige a un puesto de taxis en la calle con el fin de contratar sus servicios. No bien arrancan la carrera el sujeto empieza a buscar conversación, Manuel como cualquier cosa sociable le sigue la conversa sin dar mucha información personal, es sociable más no pendejo.

El Miquiti: Este país ya se jodió varón, aquí lo que hay es que invertir en educación pa' que los muchachos no salgan tan dañaos. ¿Me entiendes?
Manuel: Si bueno, en eso tienes razón.
El Miquiti: Y también uno tiene que echar pa' la como el elefante, mira chamo, yo soy hermano de una familia de 14 hermanos, y mi papa de obrero se rompió el lomo pa' darnos educación a toitos, y mis hermanos son ingenieros, abogaos, la menor es licencia'a... Yo era el vago, yo no quería estudiar, yo lo que quería era rial ¿Me entiendes?
Manuel: Hay personas que son así, y no está mal, es querer independencia y disfrutar la vida.
El Miquiti: ¡Exaito!, fijate que yo le eché pichón desde chamo, me gustaba ganar plata y gastarmela en placeres si sabes lo que digo.

Manuel asintió nerviosamente.

El Miquiti: Incluso llegué a tener tanta plata que me fuí a vivir a los USA, eso allá si es fino ¡oyó!
Manuel: ¿En serio? ¿Por qué te regresaste?
El Miquiti: ¡Nooo chamo! Allá lo hacen cumplir la ley a uno, una vez me tragué una luz y no habia llegado a la casa cuando ya tenia el patrullero poniéndome la multa, los tipos están escondi'os tras los arbustos. ¡Demasiado loco varón!

Manuel se empieza a reir levemente, El Miquiti empieza a orillar el carro en plena autopista, a Manuel se le borra la sonrisa del rostro.

El Miquiti: Bueno panita, échame el cuento... ¿Que tienes ahí?

Analisis: El Miquiti, aunque suene contradictorio, es un "antisocial social". Más allá de si el cuento que le echó a Manuel de su vida fuera verdad o no, está conciente que Manuel no es James Bond, y que no va a hacer nada con esa información para vengarse, es más, se divierte con la victima antes de traumatizarla con un asalto a mano armada. Esta cociente de lo que es bueno o malo, y hasta sabe cual es la raíz de los problemas, simplemente le importa un carrizo si todo se arregla o no, si no le gusta una regla simplemente no la cumple, aunque es lo suficientemente condesendiente como para dejar a Manuel con el dinero suficiente para que agarre otro taxi (Uno que no lo robe). Este tipo de malandros suele robar en pares, con uno del tipo "Retador".



Caso 2: El Malandro Retador.

David va caminando por la calle con sus audífonos puestos, ensimismado en su mundo acaba de salir de su transporte público y está a pocas cuadras de su casa, un sujeto se le acerca.

Maikel: ¡Epa bicho! ¿Tienes hora?
David: No, no tengo.

David intenta seguir caminando, pero el sujeto se le acerca y le pone la mano en el hombro.

Maikel: Bueno chamo, no tendrás hora pero a que si tienes otras cosas...

David se voltea en un intento de quitarse el brazo de encima, el malandro tiene la mano en debajo de la camisa.

Maikel: Si quieres corres pero no vas a llegar lejos... ¿Vas a correr?... A que no corres, ¡Corre pues!


Análisis: El sujeto con complejo de inferioridad está toda la sesión de asalto con una constante amenaza puesto a prueba de sus habilidades, con un constante ¿A que no...? y ¿Apuesto a que...? durante todo el atraco. Es probable que este individuo de niño le hayan pegado en el colegio por todos lados, luego el papa le pegaba, luego la mamá le pegaba y al final le pegaba el perro, perdiendo todos los retos de sus amiguitos y llegando de último en las carreras.



Caso 3: El Malandro Arrecho.

Miguel sale del trabajo y camina por una de las tantas avenidas de la ciudad, aunque es angosta hay un murillo entre el canal de ida y de venida puesto para evitar las vueltas en "U". Un "motero" (Actualmente los motorizados les gusta más ese apodo, parece que los motorizados tienen mala fama) viene por el canal de regreso.

Wilkelman: ¡Mira! ¡Párate ahí!

El grito distrae a Miguel un momento quíen se da vuelta, el motero se encuentra del otro lado del murillo.

Wilkelman esta viendo que no puede saltar el murillo con la moto, así que le hace señas a su victima a que se espere mientras baja la avenida y se cambia de canal para poder robarlo, todo esto con gestos con las manos.

Miguel logra captar el mensaje, a lo que solo puede pensar... "Este si es arrecho" y sigue caminando...

Wilkelman: ¡Que te esperes ahí te dije!


Analisis: Este caso me parece especial e interesante, y es que el siguiente nivel a esto seria "Mira ven acá para poder robarte" y el siguiente "Mira, ven a mi casa para poder robarte". Me pregunto ¿Por qué no conseguirán trabajo?


¿Y tu? ¿Has tenido un encuentro con el hampa común? ¿Te has detenido a estudiar al atacante?

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